miércoles, 17 de febrero de 2016

La decisión mas dificil

A medida que nuestra vida nos dirige hacia la adultez nos vemos golpeados por mas decisiones. Primero empezamos a elegir que ponernos en la mañana antes de ir al colegio, después que clase extracurricular tomar, ¿plástica o música? Mas tarde que orientación en la secundaria y por ultimo, en la recta final, cuando nuestros estudios básicos finalizan, que hacer de nuestra vida.

Lo mas naturalizado es comenzar una carrera, ya sea de grado o un terciario. Y digo naturalizado porque mientras uno transita su ultimo año de secundaria la pregunta mas frecuente que le hacen es ¿Y, qué vas a estudiar? Si sos como los de mi especie que simplemente respondían "aún no se", porque esa era la verdad, hasta el ultimo segundo nunca estuve segura y ademas era la forma mas sencilla de ahorrar largas explicaciones indeseadas, digamos que podías salir aireado de la situación, porque es cierto ¿Cómo va a estar uno seguro de qué quiere estudiar por los próximos años y que claramente va a definir el resto de su vida?

Si, es algo fuerte de decir. Pero veo esa suposición como muy extremista. Lo que uno estudie no necesariamente definirá el resto de su vida, incluso no es necesario estudiar algo o un trabajo de oficina para tener una vida después de la secundaria.

Constantemente se nos hace creer que solo hay un camino viable, comenzar una carrera de grado, conseguir un trabajo estable, relacionado con aquello que estemos estudiando y fin. Puedo decir con felicidad y seguridad que no es así, uno crea su camino, su futuro, siempre que se mantenga enfocado y activo. Lo que quiero decir es que hay que trabajar por lo que se quiere y no simplemente pensarlo o desearlo, hacer todo lo que podamos hacia ese objetivo. El sedentarismo, tan común entre los de mi generación, no lleva a ningún lado, en especial porque en esta vida te vas a encontrar con mas puertas cerradas que abiertas.

Si lo que uno quiere para su vida no lo encuentra en una carrera universitaria entonces esta bien. Nadie puede ni debe interponerse en el deseo de uno porque la vida es propia y de nadie mas. O caso contrario, si lo que realmente deseas es estudiar entonces hacelo, es difícil y en muchos casos casi imposible pero las universidades dan mas oportunidades de las que se creen.

En mi caso cuando llegó mi momento de decidir estaba perdida, tan perdida que tuve que ir a un centro de orientación. Pero antes de recurrir a eso como mi ultima alternativa busqué, leí, incluso pregunté a conocidos sobre sus carreras pero siempre me mantenía dentro de las mas tradicionales, las comunmente estudiadas y nada resultaba de mi agrado o si lo era no lo suficiente como para que me sintiese segura con esa decisión.

Una vez en el centro de orientación y después de exhaustivos exámenes psicológicos y reflexiones me dijeron lo que ya sabia pero había escondido tan atrás de mi cerebro que no lo tomé en cuenta porque se me había bombardeado con tantas opciones, con otras supuestas mejores o carreras que daban mas beneficios económicos, que había olvidado lo que realmente me gustaba. Cuando tuve la aprobación de alguien mas, alguien que me aseguraba que eso era para mi lo supe.

Elegir mi carrera no fue sencillo, mas que nada porque no me atrevía a buscar mas allá de lo convencional. Una vez que uno se atreve a pensar mas allá de lo preestablecido podrá descubrir que sus gustos coinciden con mas cosas de las que se cree. Uno sabe en que es bueno y que disfruta hacer, lo único que falta es la capacidad de plasmarlo a una carrera, un trabajo o lo que desees hacer con tu vida.

En fin, lo que aprendí con esta experiencia es estar abierto a todo, pensar y repensarlo y decidir en base a lo que uno quiere, porque si uno hace lo que ama siempre va a ser bueno en eso.







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